viernes, 2 de agosto de 2019

Nos avivamos tarde…

Cambio de comisión directiva. Somos pelotudos muchachos ¿Cómo pudimos votar a estos tipos? Nos dijeron que siempre iba a haber Gancia, que iban a cambiar el aceite de las milanesas todos los meses, que iban a poner mesas nuevas, renovar los mazos de cartas y el paño del billar! ¡Hasta aseguraron que iban a controlar que no entre cualquiera a nuestro club!

Y cumplieron, la puta que los parió, cumplieron. Hay mesas, cartas nuevas, Gancia, ¡hay limón! Hay de todo pero no lo podemos pagar. ¡Si nunca nos importó un choto las mesas rengas ni los mazos grasosos, qué cagada nos mandamos! Nosotros, que votamos la lista “Eficiencia y Progreso”, no podemos estar en el club porque no podemos consumir y entonces: “No podemos permanecer en las instalaciones” ¡Ahora nosotros somos los cualquiera!

La nueva es que decidieron que el club no era rentable… Claro, si sólo saben evaluarlo con su pobre aritmética de 2 grado! ¿Cuánto vale una emoción? ¿Cuánto un grito? Su ecuación pitagórica les dijo que se obtenía más ganancia alquilando el club a terceros… y lo alquilaron. Una enorme ganancia que no nos impacta para nada aquí, tomando mate en la diáspora, en un banco de la plaza Libertad.

Enrique Spinelli, 2019.

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