martes, 1 de septiembre de 2015

Te sueño el sueño

Para cambiar un poco... un radioteatro.

Personajes: BETO, TITO y ROSALÍA.
(Beto y Tito conversan en la cocina del departamento de Tito)


TITO: Escuchame Beto, ¿qué hiciste el tiempo que estuviste en el departamento? ¿Cambiaste algo en la cama? ¿En el dormitorio? Yo soñaba como loco acá y desde que volví ¡no sueño nada, nada de nada!

BETO: No Tito, no toqué nada. Nos internamos un par de semanas con Rosalía, pero dejamos todo como estaba.

TITO: Ah, te viniste con Rosalía… ¡Pero qué bien me cuidaste el Departamento! ¡Tuve suerte que no rompieron la cama! Y te digo que no dejaron un carajo las cosas como estaban. Acá faltan mis sueños! Y me hago el boludo de que se tomaron el fernet, las 2 cerve que quedaban y se comieron hasta la polenta y un paquete de express que estaba cerrado con un ganchito! Tampoco te digo nada de que se secó desde el potus hasta el cactus! Como mierda hicieron para que se seque el cactus! Eh! Hablá Betoludo! No me vas a decir nada?

BETO: Si, te digo que las express estaban húmedas, una bosta!

TITO: Dale, no me jodás amigo, decime... ¿qué hicieron? ¿cambiaron algo de lugar?

BETO: ¿No te imaginás que hicimos las dos semanas corridas? Y si Tito, cambiamos de lugar varias veces! Jijijiji!

TITO: Che, enserio, pensá! Mis sueños son muy importantes! Mi vida real es una cagada, pero yo me tiraba a dormir y soñaba lindo. Ahora me acuesto boca arriba y así me despierto, como si toda la noche fuera un instante. ¡Vamos, pensá! ¿Qué puede haber pasado?

BETO: La verdad que no tengo ni idea, en esas dos semanas no movimos ningún mueble, ni siquiera cambiamos las sábanas…

TITO: Si, de eso me dí cuenta. Vamos Beto, ponete en mi lugar. ¿Vos soñás mucho? ¿Soñaste mientras estuviste acá?

BETO: Nada. Rosalía te deja hecho percha, apenas me quedaba energía para dormir… ¡qué iba a soñar! Ella sí sueña mucho, el otro día soñó con sierras, una laguna, y no me acuerdo más… Cosa rara, porque la gordi jamás salió de Florencio Varela!

TITO: Eh! ¿Sierras, laguna? Dale, llamala yá, necesito más detalles.

BETO: ¿Qué detalles? ¿Para que la voy a llamar?

TITO: Dale Beto, ya me cagaste los sueños, al menos llamala, quiero saber detalles de sus sueños

BETO: Uffff… bueno, ahí la llamo… Ups! No tengo crédito. Me prestas tu celu?

TITO: Tomá, dale llamala por favor!

BETO: …Hola Gordita! Cómo andás? Todo bien? Bueno, te llamo cortito porque te estoy hablando del celu de Tito y el rata me hace señas de que tiene poco crédito. Pibita, este rompe quiere que le cuentes de esos sueños que tenés ahora de las sierras y la laguna… Así que son relindos los paisajes? Aha! Y ahora estás soñando mucho con una escuela? Mirá vos! Ah y no es la escuela que fuiste vos, pero te soñás alumna? ¡Qué loco!

TITO: ¡Eh! Qué escuela? ¡Beto, Beto! Preguntale que escuela es, qué número?

BETO: Beyecita, Tito quiere saber qué escuela estás soñando… Ah, escuela número 4, Bernardino Rivadavia…

TITO: ¡Eh! ¡Esa es mi escuela de la primaria! ¡Esta mina me choreo los sueños! ¡Eh! ¡Esos son mis sueños! ¡Las sierras, la laguna y hasta mi escuela! ¡Chorros de mierda! ¡Les dejo el depto para que cuiden y me afanan los sueños!

TITO: No sé cómo mierda vas a hacer, pero ¡quiero de nuevo mis sueños aquí y los quiero ya! Si no es con mis sueños no vuelvas más. ¡Dame el celular! ¡Y andá pensando en devolverme la heladera, el ventilador, la mesa y las sillas que te presté!

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(Beto y Rosalía conversan en la cocina del departamento de Beto)

BETO: Che Gordi, vamos a tener que hacer algo, Tito está recaliente, dice que le sacaste los sueños. Se sacó y me está pidiendo la heladera y un montón de cosas… encima tengo las cuotas del celu, la tele y la play en su tarjeta de crédito…

BETO: Pensá… ¿En qué momento empezaste a tener esos sueños ajenos de sierras, escuela número nosequé? Es muy raro, si vos en tu puta vida saliste de Varela! Pensá, pensá como se los vamos a devolver porque estamos en un problema grosso!

ROSALÍA: Vos estás en un problema! Y nada de sueños ajenos! Son mis sueños pibe! Los sueños son del que los sueña! Basta de capitalismo onírico! Están rebuenos y no voy a devolver un carajo! Anoché soñé que una compañerita de la escuela me apretujaba como a un osito de peluche… y sabés una cosa… ¡me encantó! Ni mierda se los voy a devolver!

BETO: Dale bonita, por favor, busquemos la forma de devolverle los sueños, aunque sea algunos para que se calme un poco. Le llevamos los de las sierras, la laguna, esos deben ser rebaburridos!

ROSALÍA: ¿No entendés? No se puede devolver lo que es de uno!

BETO: Dale linda, no seas así, es un pobre infelíz. Mirá si estará triste que revisa el spam y se alegra con lo felices que son los demás en el facebook. ¿No te da lástima? ¿Por qué no vemos la forma de devolverle algún sueño que no te interese? Enserio, dale...

ROSALÍA: Mirá Betito, a mi me llamó la atención tener todos estos nuevos sueños míos. Ahora los disfruto mucho, pero al principio me asuste un poco y la consulté a Susana, la tarotista, y me contó de estos casos que son muuuy raros. Te la hago corta, aunque me dé pena ese infelíz que solo tenía estos bellos sueños, es imposible que yo se los pase.

ROSALÍA: Susana me lo dijo clarito: la única forma de transferir sueños es quedarse dormido cogiendo con el poseedor. ¿Vos aceptarías que me encame con ese pelotudo, sólo porque estás preocupado por esa heladera pedorra, las sillas y las cuotas de tus boludeces? ¿Eh? Creo que me valorás un poquito ¿no? Bien, entonces, esto no tiene ninguna posibilidad. ¡Mis sueños son mis sueños y que se joda!

BETO: Ta bien, ta bien Rosalía, voy a ver como resuelvo esto, pero me metiste en un quilombo…

(PAUSA, Beto piensa)…

BETO: Pero decime… ¿Cómo hiciste para quedarte con los sueños de Tito?



Enrike, 2015.

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