sábado, 26 de abril de 2008

Canción de cuna para adultos


Muchos adultos se vuelven niños y es normal, pero es muy triste ver niños que se vuelven adultos.

Los que se quedaron en Balcarce, se quedaron completos con su "kit" de infancia y eso los ayuda a mantenerse niños por más tiempo. Se pueden encontrar con los juegos de la Plaza Guemes, con el balancín de la Plaza de la Cruz, con el dinosaurio de El Cruce y hasta se cruzan a menudo con algunos tipos que se parecen mucho a sus amigos de la escuela.

Los que emigraron, sólo se llevan recuerdos y los recuerdos mutan. Si estamos bien son maravillosos y nos ponen mejor aun; pero si andamos mal, se vuelven verdaderamente tristes: los juegos no funcionan, el pasto está crecido y nos pincharon la pelota con la lezna.

Aquellos que se alejaron del pueblo y de sus aguas vigorizantes, están más expuestos a la angustia. Esto, entre otras cosas, los vuelve presa fácil del insomnio y por eso el turco Alcoyana preparó para ellos "Canción de cuna para adultos". Transcribimos aquí algunos párrafos de esta obra:

Duerme viejito, duérmete ya,
aquello que has hecho,
hecho ya está.

Las frustraciones vienen y van,
si estás desvelado,
se quedarán.

Duerme viejito, duérmete ya,
hiciste lo que pudiste
podés descansar.

Este intuitivo trovador sugirió, con la idea de su “canción de cuna para adultos”, una conexión del principio de la vida con su fin. Esto disparó en el gran investigador balcarceño Ulises Garsú, su obsesión por un tema de investigación que le ha llevado toda su vida. Como él bien describió: -La investigación de mi vida es mi vida, el experimento es mi transcurrir y el laboratorio mis lugares. He obtenido buenos resultados, a los cuales denomino “momentos felices” y otros que formaron parte de mi aprendizaje. Nunca obtuve malos resultados ni resultados fallidos.

El tema es la vida. Mientras que muchos apenas viven, el Dr Garsú vive, disfruta, analiza, escribe y explica, para nosotros, para nuestra posteridad y para todos aquellos que lo sobrevivan a quienes pueda ayudar.

Garsú sostiene que la vida es una espiral y que en el camino muchas veces pasamos muy cerca de donde estuvimos. A los bebés les cuesta dormir y a los viejos también. Los primeros usan pañales, los últimos también. Un déjà vu no es otra cosa que espiar en la vuelta de al lado.

Si tuvimos un gran amor, lo vamos a volver a encontrar, pero claro, tanto ella como el amor tendrán unos 20 o 30 años encima. A la inquietante compañerita de la secundaria, la encontraremos en esta vuelta como una cuarentona de mal genio, pero como cada punto se parece a su homólogo; así como no nos prestó atención en la primera tampoco lo hará en la segunda vuelta.

No es justo, pero sólo podemos esperar pequeños cambios en cada giro. Las bifurcaciones son muy escasas y por eso es importante empezar bien: generemos infancias felices si queremos adultos alegres y viejos plenos.

A esta conclusión llego Garsú desde el más férreo positivismo y acuerda con la psicología. Hagámosle caso.

Enrike 2008

3 comentarios:

Anónimo dijo...

¡ Genial !, ¡he vuelto a mi infancia!, y....¡¡ es cierto!!, ¡ la vida es simétrica!

pichiecharte dijo...

Generemos infancias felices si queremos adultos alegres y viejos plenos.

Es lo que vos estas haciendo. Felicitaciones por eso.!!!!

Enrique Spinelli dijo...

Gracias Vieji, es lindo escuchar esto.